Amaneció la jornada cálida y los aledaños del Templo de Santiago se fueron llenando de cofrades y hermanos. Al menos una veintena de representaciones de otras Hermandades se dieron cita para acompañarnos en tan feliz jornada.
Un templo en semi penumbra únicamente iluminado por luz natural y la que desprendían los cirios de la candelaría predispuso a la concurrencia al silencio únicamente roto por los magníficos acordes de la Capilla Musical Madre de Gracia y la prodigiosa voz del tenor Pedro Llanes.
Tras una espléndida homilía dirigida a los presentes por nuestro Director Espiritual don Daniel Valera se llevó a cabo la protestación de fe y la imposición de medallas a más de una veintena de nuevos hermanos. De gozo nos llena ver a un buen número de niños y a no menos adultos que participan por primera vez y reciben este signo distintivo y representativo.
Terminada la comunión y despedida la Eucaristía la Junta de Gobierno y todos los hermanos que quisieron celebraron la tradicional comida de hermandad, terminando una preciosa jornada, intensa y llena de alegría. Hoy únicamente tenemos puesta nuestra mirada en la próxima Estación de Penitencia.
Enhorabuena por la Función. Hacía tiempo que no vivía un culto tan solemne y rico en detalles. No por ser tan pequeña la iglesia ha desmerecido nada la misa. El altar estaba genial y la música espectacular. Una gran función con gente apegotonada en la puerta.
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